
En primer caso hablemos de X-Men Origins: Wolverine, donde desde hace meses hay rumores rondando por la red de que la Fox no estaba contenta con a la violencia y el tono oscuro del film que le estaba imprimiendo Gavin Hood (Tsotsi, Rendition), el director, a la cinta. Supongo que el hecho de que Lobezno sea uno de los mutantes más violentos y letales del universo Marvel poco importa, porque si hay que vender la cinta como una peli para toda la familia y que recaude 500 millones de dólares se hace y deshace en gana y punto. Y eso es lo que ha terminado.
sucediendo.Según cuenta Hollywood Elsewhere, el director no tiene plena libertad para realizar todo lo que se tenía planeado para la cinta, y en pleno rodaje del film Hood dejó órdenes de como quería un escenario para una escena muy particular del film. El set debía ser sombrío, tétrico y sucio. Se marcho para completar otras escenas en otra localización y cuando regresó al cabo de unos días se encontró todo modificado porque el ínclito Tom Rothman había decidido dar a la escena un aspecto más luminoso y brillante, y lo mando repintar de arriba abajo.
No se sabe con ciencia cierta la reacción de Hood, pero si que se rumorea que muchas escenas serán cortadas e, incluso, vueltas a filmar para hacerla más accesible a todos los públicos. Y a saber que montaje se sacan para colocarle la menor calificación moral. Resumiendo, una puta vergüenza
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