
Con homenajes al extraterrestre más famoso del cine, a "2001: Una odisea del espacio" (1968) o a la saga de "La Guerra de las Galaxias", "Wall-E" cuenta la historia de un antiguo y sucio robot de limpieza que sobrevive en el futuro de una Tierra devastada con la sola compañía de una cucaracha y rodeado de edificios formados por basura.
Su ordenada vida se ve interrumpida por la llegada de un supermoderno robot -Eva- que busca restos de vida en la tierra y que llega desde una especie de nave que recorre el espacio desde hace 700 años cargada de gente alienada por una vida robotizada hasta el más mínimo detalle.
El resultado extremo de la vida sedentaria y marcada por la tecnología que vivimos en la actualidad . Como es habitual en las películas de Pixar, destaca la sofisticada planificación (algo habitual en los filmes con actores, pero no tanto en las películas de animación), la profundidad de los personajes y los recursos estilísticos, desde la luz a los colores, pasando por la ambientación o la música.
Esa música inspira el amor de Wall-E por Eva, una relación absolutamente creíble a pesar de pertenecer al más evidente mundo de ficción. La película está dirigida por Andrew Stanton, guionista de las cinco primeras obras de Pixar, co-director de "Bichos", productor ejecutivo de "Monstruos S.A." y ganador de un Óscar por "Buscando a Nemo", el mayor éxito global de la compañía, con 866 millones de dólares (549 millones de euros) recaudados en todo el mundo.
"Wall-E" es una película de amor, de superación, de valores, de colaboración, de amistad y de victoria de la bondad. Y a pesar de lo que esto podría indicar, no es cursi ni relamida, sino todo lo contrario. Estrenada la última semana de junio en Estados Unidos, "Wall-E" llega la próxima semana a las pantallas de la mayoría de los países europeos y el 6 de agosto a las españolas.


